Da gusto contemplar las calles de nuestras ciudades en estos días ya que, como en años anteriores, se repite la costumbre de acudir al centro para ver la iluminación, acercarse a los puestos en los que se venden adornos propios de la Navidad y por supuesto figuritas para los tradicionales Nacimientos, adquirir los dulces típicos de estas fiestas y, en general, disfrutar de las jornadas festivas en las que, sin solución de continuidad y muchos mas cuando como en este año se intercala además un domingo, el Día de la Constitución y la fiesta de la Inmaculada propician un puente en la vida laboral de nuestro país...
Ya digo, gusto da ver calles y plazas llenas, escena que se repite en todas partes y que en ciudades como Madrid, Sevilla o la nuestra propia convierten el paseo por los centros urbanos en una auténtica y complicada aventura para poder transitar de un lado a otro, aunque el espectáculo valga siempre la pena y se constituya en ese obligado anticipo jubiloso de las fiestas con las que cada año despedimos el calendario y que sirve para incentivar el consumo de comercios, bares o restaurantes que siempre es bueno para la marcha de la economía de cada población especialmente en años de crisis.
En Jerez, además, todo lo anterior se acrecienta con la multitudinaria celebración de nuestra tradicional Zambomba, con el obligado recorrido para contemplar los Belenes - Nacimientos siempre en nuestra tierra - y con la peregrinación cívica desde los barrios y zonas del extrarradio hasta el centro para poder ver el resultado de la iluminación extraordinaria de estas fiestas, especialmente atractiva e ilusionante siempre para los mas pequeños que sin duda son los que finalmente mas disfrutan...
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