miércoles, septiembre 10, 2014

España no es una "marca".

Sin duda tratar de consolidar y difundir el prestigio de una empresa e incluso de un País, como es el caso del nuestro, para que iniciativas y proyectos que otros pretendan llevar a cabo, especialmente grandes obras de infraestructura o trabajos que hagan posible la supervivencia de sectores industriales propios tales como la construcción naval, finalmente les sean encargados, repercutiendo positivamente en la economía  de dichas compañías o del país en cuestión es algo lógico que se debe apoyar y conducta generalizada de multitud de naciones en el mundo que por esta vía procuran, además del sustento de muchos de sus ciudadanos, la mejora de sus cuentas públicas...

Claro que una cosa es esta línea de actuación política en el exterior y otra muy distinta que a una gran Nación como es España se le venga a llamar marca como si se tratara de un producto manufacturado que se puede encontrar en las estanterías de cualquier gran superficie comercial, como está ocurriendo de unos años a esta parte en nuestro caso, olvidando el patrimonio que a lo largo de siglos ha ido configurando la magnífica realidad que hoy día es nuestro país por méritos propios, entre el conjunto de los que conforman el mundo.

Como estrategia comercial o de marketing, pasable resulta eso de marca España para que se nos adjudiquen mega proyectos tales como la gigantesca ampliación del Canal de Panamá - al que los chinos tratan de oponer otro un poquito mas arriba en Nicaragua - los corredores ferroviarios en Estados Unidos o el AVE a la Meca, para que se nos encargue la construcción de barcos o de plataformas petrolíferas, pero sustituir el concepto de Nación, de una realidad nacional asentada en la historia como la nuestra, por ese publicitario y propagandístico término de marca es una tropelía que seguramente se le habrá ocurrido a un genio de la gestión empresarial pero tibio patriota y al que el Gobierno o algunos de sus mas cualificados miembros se han sumado entusiásticamente...

Penoso pero real. Así está España.

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