En todas las ciudades hay una calle - también, a veces, una plaza - que se convierte en un obligado referente para propios y extraños e incluso llega a ser un verdadero icono de su población, traspasando las propias fronteras para llevar su nombre hasta los confines del mundo y eso no solo aquí, en España, sino en cualquier país de la tierra...
Podríamos enumerar en este comentario diferentes ejemplos pero la relación sería tan extensa que sin duda acabaría por rebasar los límites razonables de un publicación como esta, por lo que solo traeremos a colación el nombre de la calle Real, arteria principal de San Fernando, la antigua Isla de León, población que con motivo de la conmemoración del bicentenario de las Cortes que en ella se reunieron en 1810, ha cobrado notable protagonismo en los últimos tiempos, al menos por estas latitudes.
Pero el referirnos a esa calle no es por motivos de celebración o de su prestancia, que bien que la tuvo y si por el lamentable hecho de que, al cruzarla de punta a punta la doble vía de lo que llaman tranvía y en realidad es un tren metropolitano, se la han cargado para los restos...
Y es que de aquella calle Real, todo un hervidero de gente, de aquella arteria principal en la que alternaban paisanos y uniformes de la Marina, en la que la confitería "La Malloquirna" era una obligada parada para los amantes del buen paladar, de aquella vía donde se acrisolaba la propia vida de San Fernando, en un ir y venir incesante - incluso cuando dejó de ser la carretera a Cádiz - apenas queda nada mas que un desanjelado y árido pasaje peatonal, en el que mas pronto que tarde se cruzarán las unidades del llamado tranvía metropolitano, de Cádiz a Chiclana, supone uno que con el ruido característico y molesto de sus ruedas metálicas sobre los railes.
Total, que los isleños, los "cañaillas", tierra de buenos cantes, podrán decir con justificada nostalgia como la letras de la copla: "Mi calle no es ya mi calle, que es una calle cualquiera..."
¿Donde buscamos a los responsables de semejante acierto?
No hay comentarios:
Publicar un comentario