No se si por nefasta influencia de la reciente Olimpiada, pero lo cierto es que, según lo difundido en los últimos días por todos los medios de comunicación, la cifra de parados en España, como consecuencia de la grave crisis económica mundial - que aquí hasta hace bien poco parecía que no existía - ha alcanzado el peor registro en once años situándose el número total de desempleados en dos millones seiscientas mil personas, cantidad que no se había dado desde el ya lejano 1997.
Según el propio Instituto Nacional de Empleo, organismo que ha divulgado estas alarmantes cifras, esta subida del paro en España es la sexta consecutiva y contrasta claramente con el descenso que el año pasado se registró precisamente en el mes de septiembre, no afectando exclusivamente o de forma mayoritaria a la construcción como parecería más lógico por las dificultades que viene atravesando dicho sector sino en general a todos los sectores económicos...
Es decir, que el desempleo afecta al sector Servicios, a la ya mencionada construcción, a la Industria y a la Agricultura, habiendo además descendido la cifra de contrataciones y manteniéndose la dificultad de que los jóvenes que han terminado sus estudios puedan acceder a un puesto de trabajo.
Naturalmente y por desgracia, como ya viene siendo habitual, entre las tasas más altas de parados que arroja el pasado mes de septiembre, Andalucía, en general, y la provincia de Cádiz, en concreto, ocupan lugar de honor.
Como para sentirse contentos.
¿Y a esto no se le llama crisis?
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