Nochebuena...

A pesar de los aguaceros, de las inclemencias del tiempo que padecemos hace unos días, de la insolidaridad reinante en esta sociedad que nos ha tocado vivir, de la falta de respeto de tanrtos contra todos, de la ausencia de diálogo para resolver los problemas de toda índole, del hambre, la miseria, la soledad, el abandono que muchos padecen, aunque tratemos de mirar para otro lado...a pesar de eso, que esta sea - de verdad, de corazón - Nochebuena para cuantos con buena voluntad se acerquen a esta bitácora personal que desde hace ya tres años se mantiene en la red para transmitir la opinión de su autor.

Que en nuestro interior y no solo esta noche sino todos y cada uno de los días del año 2010, cuando menos, suenen las notas de esa villancico universal llamado "Noche de Paz" y que su espíritu y su letra sean el motor necesario para que en el mundo dejen de reinar los llamados señores de la guerra.

Nochebuena, que meta tan sencilla y tan difícil a la vez precisamente por no querer enterarnos que solo bastaría con tender la mano a los demás e iluminar nuestro rostro con una sonrisa...

Solo bastaría con eso, pero que poco se prodigan ambas actitudes.

De corazón, felicidades a cuantos lo puedan leer.

El "regalo" navideño de la Unión de Hermandades

Todo un acierto, si señor. El Concierto de Navidad que en la noche del pasado lunes tuvo lugar en la Iglesia Catedral de Jerez, organizado por la Unión de Hermandades de nuestra ciudad, además de constituir todo un éxito de interpretación y de público, tuvo el carácter indiscutible de "regalo" del organismo representativo de los cofrades jerezanos a la Ciudad, precisamente en vísperas de la Nochebuena y por tanto ha supuesto una feliz iniciativa que debe continuarse en el tiempo...

El referido Concierto, en el que el Coro de la Capilla Musical Catedralicia de Jerez, que por cierto rayó a un nivel de calidad encomiable, la Orqueta de la Ciudad Autónoma de Ceuta y la Soprano Rocío Ignacio, cuya calidad indiscutible realzó aún más la cita, todos ellos bajo la dirección de Ángel Hortas, el académico y consagrado músico ofreció al numerosísimo público que llenaba por completo las naves de nuestro primer templo una amplio y variado programa de música propia del tiempo de Navidad, algunas de cuyas composiciones fueron sencillamente magistralmente interpretadas.

Me comentaba, al término de este acontecimiento musical, tan oportuno como necesario, alguien del Ayuntamieto que ya, en años anteriores, la ciudad había vivido similar actividad, pero olvidó indicarme cual fué la razón por la que dejó de celebrarse. Tal vez, la falta de recursos. Posiblemente, la incapacidad tradicional de Jerez de perseverar en cuanto emprende, ya que aquí hemos tenido primeras ediciones de todo - Trofeos de fútbol, líneas férreas, automovil club y un largo etcétera - pero de conservar todas estas cosas, mejor no hablar.

Por eso sería conveniente que a este "obsequio" navideño de nuestra Unión de Hermandades se perpetuara en el tiempo, que sus participantes artísticos se afanen en superarse cada año y, sobre todo, que los jerezanos respalden masivamente la hermosa iniciativa, como han hecho en esta primera edición.

Enhorabuena a todos.

El Cura Javierre

Esa era la manera común de llamarle, especialmente entre los periodistas sevillanos o de otras latitudes que tuvieron trato con el. Un "cura" que sin embargo era además y principalmente periodista, es decir, inquieto, veraz, crítico e inmensamente humano, con una alegría desbordante que contagiaba a cuantos tuvimos la fortuna de conocerle y de colaborar en alguna de sus iniciativas periodísticas, singularmente durante sus etapas al frente del decano de la prensa sevillana, "El Correo de Andalucía"...

Y hoy, tras una larguísima y cruel enfermedad, que lo fué deteriorando poco a poco y encerrando en su casa del Paseo de Colón, me cuentan que se lo han encontrado plácidamente dormido, con la paz serena de quién fué un hombre de Dios en medio de su tiempo, como sin querer molestar a la hora del último adios.

Javierre, el cura periodista, el sacerdote comunicador, que tanto trabajó por esta tierra nuestra, especialmente por Sevilla, que tantas cosas hizo y supo hacer, que tanto se entregó, en su misión de divulgar la letra y el espíritu evangélicos y por tanto por la justicia y la paz, se nos ha ido hoy para siempre, dejando la estela de su vitalidad y de su carácter afable.

Descanse en Paz el periodista y Cura amigo...

¿Y por que no en las alas del avión?

Una compañía aérea China lanzó la iniciativa que inmediatamente ha recogido el principal ejecutivo de la línea de vuelos de bajo coste, Ryanair, que después de cobrar casi hasta por respirar - expedición de la tarjeta de embarque, bolsos de mano de los viajeros o atreverse a ir al baño, durante el viaje - pretende ahora que viajemos de pie, naturalmente en un espacio concreto de la aeronave - al final, se dice - y sujetos por un cinturón de seguridad, pero al fin y al cabo, en su lugar descanso que se diría en el argot militar, que no supone desde luego descanso alguno...

Y ya puestos, a uno se le ocurre que por que no colocar a los pasajeros, bien alineaditos, sentaditos por supuesto, sujetos con gruesas maromas en las mismas alas de los aviones, con lo que además de no ocupar espacio dentro de la aeronave, podrían ir sentados y por supuesto bien ventilados, y así se les podría cobrar más barato por su desplazamiento.

La idea, supone quién esto escribe, debe inscribirse en esas originalidades del marketing para promover las ventas e incrementar la notoriedad de la empresa para la que trabajan los creadores de semejantes iniciativas, pero desde luego que con esta de los viajeros de pie, dentro de un avión, parece que han cubierto todas las cuotas del despropósito y hasta el ridículo que, afortunadamente, no podrá llevarse a cabo, al menos en Europa, al prohibirlo expresamente la vigente legislación sobre navegación aérea.

De todas formas, no se fien ustedes mucho, cuando de volar con la china Spring o con Ryanair se trate, ya como no anden listos los colocan más firmes que un soldado al final del aeroplano, con la excusa de que les salga más barato el vuelo...

La paz guerrera de Obama.

Done usted una cuantiosa suma para dotar un premio dedicado a la Paz, establezca las bases para que con el mismo se distinga a una persona que haya contribuido, de verdad, a implantarla en el mundo, trace una línea de conducta a los miembros del Jurado encargado de discernir tan honroso galardón, para que después vengan con una designación como la de este año que, en el preciso instante de su entrega, queda pisoteada por las palabras del premiado que, sin el menor pudor, proclama su tésis de la paz guerrera...

Y ya es sabido, desde luego, que la mejor defensa es un buen ataque, pero para ese melón no hacen falta las alforjas del Premio Nobel de la Paz, ya que con ejemplos y actitudes como las protagonizadas por el Presidente de los Estados Unidos en Oslo, además de vaciar de contenido semejante distinción, se está proporcionando un pésimo testimonio a toda la humanidad, por muy de moda que se haya puesto la presencia de un afroamericano en el Despacho Oval de la Casa Blanca, asunto recurrente en los últimos meses entre la progresía andante de todo el mundo. Y entre la nuestra, no digamos.

Pero así nos luce el pelo y esa es la negativa imágen que estamos legando a los más jovenes. La de entregar el Premio de la Paz, creado precisamente en descargo de su conciencia por el inventor de la dinamita, a un político cuya trayectoria, capacidad e ideas, como lider mundial están todavía por descubrir, que además al recogerlo en solemne ceremonia proclama, con más solemnidad todavía, que la Paz hay que lograrla por la fuerza de las armas...

¡Menudo pacifista...!

La memez de algunos políticos.

Podríamos definir también semejante forma de actuar como bobada, tontería o sandez, calificativos que sin duda enmarcan a la perfección la llamada inmersión lingüistica a la que ciertos llamados políticos - al menos de eso viven - están llevando a determinados territorios de nuestro país, apoyados en un reivindicativo, agresivo y excluyente nacionalismo que les impide ver la diferencia entre potenciar lo propio - y lo propio es tanto el español como el catalán, el euskera o el gallego, por citar tan solo algunos de los casos - y respetar lo que es común para el conjunto de los españoles...

Y esa manera de concebir las cosas y de actuar tiene gestos concretos, como el de la felicitación navideña de la ciudad de Barcelona - en árabe, ruso, chino, japonés, portugués y catalán, excepto en español - que además de rídiculos son auténticamente ilógicos, para con una lengua que en el mundo se habla desde España a Filipinas, de Guinea Ecuatorial a Uruguay, de Estados Unidos a Colombia y mediante la que se comunican y entienden nada más y nada menos que alrededor de trescientos cincuenta millones de habitantes del planeta.

Pero no, en Barcelona, de la mano de su Ayuntamiento, la felicitación de Navidad, en cualquier lengua exótica, menos en la propia, que molesta tanto que además de imponerla en Colegios, Comercios y practicamente en todas partes, hay que tratar de reducirla a la mínima expresión, como si se tratara de algo nocivo para la salud.

Pero ya se sabe, los mismos que criticaban y con razón en el régimen anterior la política anticatalanista, se erigen ahora en censores de cuanto recuerde que España es una realidad de la que su propio territorio forma parte...

Así nos va.

La Purísima y el Crucifijo

Desde luego que España es diferente, como dijera Fraga hace ya un montón de años. Y es que aquí pasamos de las Vigilias en honor de la Inmaculada, de las procesiones en la calle, de los Rosarios de la Aurora, a la solicitud de que el Crucifijo, símbolo de nuestras más profundas raíces culturales y de las creencias de cientos de miles de ciudadanos, sea retirado de las aulas, al menos de los Colegios Públicos, para no ofender - se argumenta - a quienes no siendo creyentes o profesando otra religión, acaso pueden sentirse molestos con la presencia de la Cruz que, salvo en ocasiones, ha sido siempre un signo de paz...

Pero ya se sabe, aquí, como somos diferentes, aunque no se quiera reconocer, pedimos la retirada de la cruz de las Escuelas, mientras iluminamos las ciudades para conmemorar el Nacimiento de aquel que muriera clavado en ella, no vaya a ser que el comercio se irrite, la colocamos como centro de alguna bandera de una de nuestras autonomías, nos matamos por formar parte de todo cortejo procesional, no vaya a ser que el pueblo, ese constituído por los ciudadanos que luego acuden a las urnas a votar, se pueda molestar por la ausencia de sus representantes...y así hasta una extensa relación de comportamientos y testimonios que son toda una contradicción con semejante planteamiento.

Pero, claro, es que España es diferente y hoy, como es la festividad de la Inmaculada, las Tunas cantan ante los monumentos dedicados a la Virgen, ante los que se llevan a cabo ofrendas florales y nadie, por lo que se ve, pide la retirada de los mismos de nuestras calles y plazas ni reclama que los estudiantes dejen de cantar sus alegres coplas...

Y es que cuando las cosas son normales, como lo han sido toda la vida, ni es bueno que por ley se trate de imponer determinadas cosas, que solo reclama una minoría, como tampoco lo es que desde quienes defienden la presencia de la Cruz se amenace con castigos bíblicos a quienes no piensan como ellos.

Bajo el sol, hay lugar para todos y desde luego, siempre, para el diálogo desde la base del mutúo respeto...O al menos, eso es lo que nosotros pensamos.

De la Constitución del consenso a la crispación de los Partidos

Nuestra Carta Magna, fruto del entendimiento, del consenso de casi todas las fuerzas políticas del momento en que se redactó y aprobó, salvo minoritarias y nada significativas excepciones, ha dado paso, con el transcurrir de los años a la actual etapa de crispación y enfrentamiento, a veces en tonos barriobajeros, entre los Partidos políticos que, por cualquier motivo, se enfrascan en polémicas, descalificaciones e insultos que, además de dividir nuestra sociedad, tensan las relaciones de unos con otros y en nada contribuyen a la solución de los problemas - de los graves problemas, habría que decir - que sigue padeciendo España...

De aquellos años de la malograda UCD - víctima del cainismo tradicional de la derecha hispana - cuando eran posible soluciones como la redacción de nuestra Constitución o la firma de los célebres Pactos de la Moncloa, con PSOE, PCE, Convergencia o PNV, amén de los Sindicatos mayoritarios sentados a la mesa que presidía Adolfo Suárez o cocinaban en la trastienda Abril Martorell y otros políticos socialistas y de centro a esta hora en que ningún acuerdo es posible, en que se enredan en broncas de vecindonas en el Congreso, en el Senado, en los mítines y en la calle, media un abismo que denota, con alarmante claridad, como se ha deteriorado la llamada clase política, en la que cada vez cree y confía menos el ciudadano medio español.

Así que poca celebración en este nuevo aniversario de nuestra Carta Magna cuya reforma se ha pedido en estos días y por diversas voces - de un lado y otro del espectro político - y que no se debería demorar mucho más, incorporándole varias enmiendas que cada vez aclaran más las encuestas y, sobre todo, la realidad de nuestro país y entre las que la peligrosa deriva nacionalista, asuntos como la Justicia y la Educación e incluso la forma de Estado - para cerrar un debate que enfrenta y no cohesiona nuestra sociedad - y la defesa de nuestros símbolos identificativos, exigen un pronunciamiento claro y tajante...

Y es que de aquel consenso han devenido estos lodos y nos estamos perdiendo, en multitud de ocasiones, en la estéril polémica de que si "son galgos o podencos".

Una apuesta por el Caballo español...

Este pasado fín de semana se ha clausurado en Sevilla, en las instalaciones de FIBES, el llamado Sicab (Salón Internacional del Caballo) que, tras casi dos décadas de existencia se ha consolidado plenamente como una de la ferias-exposiciones más importantes, rentables y populares que tienen lugar en la capital hispalense, no solo por la masiva afluencia a sus espectáculos y a sus stand sino por el gran volumen de negocio que, en torno al noble bruto, se registra en cada edición, quedando demostrado fehacientemente que el caballo de Pura Raza Española es un valor en alza que bien merece una anual convocatoria como la que nos ocupa...

Feliz iniciativa por tanto la que hace ya diecinueve años tuviera la Asociación de Criadores de caballos de Pura Raza Española, con Ignacio Candau a la cabeza, secundado eficazmente por Jaime Molina y que desde entonces con quienes le han sucedido al frente de dicha organización ha superado, en cada edición, los resultados y la expectación de la anterior hasta convertirse en uno de los referentes obligados del otoño sevillano.

Y en esta ocasión, una vez más, éxito anunciado y conseguido, lo que viene a demostrar que cuado se pone en marcha una iniciativa para potenciar los valores auténticos de nuestra tierra, todo aquello de lo que podemos sentirnos legítimamente orgullosos, al final la rentabilidad y la notoriedad están más que garantizados.

Felicidades pues a los promotores de esta magnífica Feria en torno a uno de los caballos más bellos y completos del mundo...

Ahora los Moriscos.

La verdad sea dicha que con esta fiebre que nos ha entrado en España, especialmente a algunos políticos de reparar errores históricos, estamos cayendo, sin disimulo, en auténticos rídiculos que nos dejan bastante mal parados ante el resto del mundo que contempla, no sin asombro, las ocurrencias de este país que otro político del régimen anterior calificó de diferente y que por lo que se ve y escucha, ciertamente que lo es...

Tras diversas iniciativas cuya enumeración omitimos por pudor, ahora unos Diputados - tal vez los mismos que se ocuparon en su día de los Gorilas y su estres - pretenden una reparación para los descendientes de los Moriscos que, en 1609 - vamos, ayer - fueron expulsados de España que según los datos que sobre este hecho existen eran alrededor de trescientos mil.

Y nada, a proponer semejante ocurrencia que en nuestro país no existen otros problemas de mayor envergadura que este de justificarnos con los descendientes de los moriscos.

Después extraña que la percepción de los ciudadanos, en su conjunto, sobre la clase política no sea nada favorable; que cade vez se les valore menos y que el grado de confianza que nos merecen esté por los suelos.

Pero ellos, al menos algunos de los llamados "Padres de la Patria", obstinadamente empeñados en justificar, con su conducta y con sus brillantes ideas y propuestas, nuestra desconfianza creciente y hasta nuestro desprecio.